pero la experiencia de vida en este país ha hecho que me enfrente a situaciones donde mi forma de ver la vida, estructurada y un poco cuadriculada se ha flexibilizado un poco y me he permitido tener mente abierta a diferentes situaciones, diversidad cultural, comidas, trabajos, y obviamente idioma. Vivir en otro país nos ha hecho cuestionarnos y re pensar cuales son las cosas importantes en la vida (al menos desde nuestro punto de vista), por ejemplo ya no concebimos gastar nuestros días de vida trabajando 8 horas diarias en un trabajo donde lo único que te da es dinero y solo dos días libres en la semana para disfrutarlo. Dentro de nuestro proyecto de vida estaba tener casa, carro, hijos y perro, pero ahora nuestro propósito es disfrutar cada día de nuestra vida haciendo lo que más nos gusta que es ‘viajar, viajar y viajar’. Pensamos que el mundo es muy grande y no podemos quedarnos solo en un rinconcito de él sin saber que hay al otro lado.

Cuento con la suerte de tener un esposo que desde siempre ha sido curioso, aventurero y con ansias de comerse el mundo, quien poco a poco me fue motivando y alimentando la idea de vivir nuevas aventuras y recorrer el mundo, además vivir y trabajar en Australia hizo que nos permitieramos en términos económicos pensar en viajar; solo basto un pequeño primer viaje de cuatro días a Malasia para que el bichito aventurero nos picara y desde ahí no hemos parado de viajar; cada viaje es el doble de tiempo del anterior y se nos hace corto, simplemente queremos viajar mas y mas… Ahora viajar no es simplemente unas vacaciones sino un estilo de vida que nos permite recorrer diferentes rincones del mundo, aprender y conocer gente nueva por eso ahora andamos ‘Con la casa al hombro’.